Cuando mi mamá era soltera y vivía en La Dorada, los oficiales de la base de La Fuerza Aérea en Puerto Salgar tenían la "costumbre" de calificar de acuerdo a la conducta a las jóvenes del pueblo. Obviamente mi mamá era una de las pocas, dos no más, que lograban una calificación de 5 sobre 5 (de otra forma no les mencionaría ese detalle de la calificación). Esa fama de muchacha seria y responsable le abrió sin dudas las puertas con sus suegros (mis abuelos paternos). Mi papá Pacho (mi abuelito) era especialmente afectuoso con ella y se tenían mucho cariño y mucha confianza.
La otra excelente en conducta era compañera del Banco de Colombia llamada Daisy Díaz.
lunes, diciembre 11, 2006
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