viernes, mayo 26, 2006

El 9 de abril (III)

Comience leyendo El 9 de abril (I) y El 9 de abril (II)


Cuenta mi mamá que los revoltosos iban a volar la carcel donde tenían a todos los conservadores pero fue la misma gente del pueblo la que mantuvo vigilancia e impidió que cumplieran la amenaza.

Una semana duro la ocupación en La Dorada. Justo al otro lado del río está la base de la Fuerza Aérea y desde allí se coordinó la recuperación del pueblo. Inicialmente lanzaron, desde algunos aviones, volantes que avisaban de la operación y posteriormente rodearon el pueblo y lo tomaron.

A partir de los sucesos del 9 de abril y días posteriores empieza la época de la violencia en Colombia cuyas consecuencias vemos aún hoy día. Nombres como Sangre Negra, y Desquite se repiten en las historias que mi mamá cuenta. Algún día volveré sobre este tema y las infamias que se dicen de esos tiempos.

miércoles, mayo 24, 2006

El 9 de abril (II)

Empiece leyendo 'El 9 de abril (I)'


Mi mamá cuenta que apareció una cantidad de gente rara que salía como cucarrones de la tierra, tal vez llegaron por el puerto que en esa época hacía de La Dorada un sitio importante en la navegación por el río Magdalena. La gente se encerró en sus casas y por las calles andaban los sublevados rastrillando machetes contra los andenes y las paredes para amedrentar a los ya aterrorizados doradenses. No se podía escuchar radio o había que hacerlo en los patios de las casas para que no se escuchara desde el exterior porque se corría el riesgo de recibir amenazas más directas contra la casa involucrada. Un señor de La Dorada, don Julio Jaspe, terminó encaramado en un zarzo subiendo por una pared y nadie entiende cómo llegó allí porque después tuvieron que ayudarlo a bajar con escalera. Huía de los revoltosos que estaban poniendo presos a todos los conservadores.

lunes, mayo 22, 2006

El 9 de abril (I)

Inmediatamente después del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán se desató en Colombia una serie de revueltas que duraron varios días. Para esa época mi mamá era quien se encargaba de abrir y cerrar la oficina del Banco de Colombia que en esa época, creo que aún lo hacen todos los bancos de La Dorada, se cerraba al mediodía reabriendo en la tarde. Ese día mi mamá ya estaba enterada de la muerte del caudillo pero no reparó en las posibles consecuencias en el orden público y abrió la oficina para el horario de la tarde. Poco después atinó pasar un abogado de La Dorada, Orlando Jaramillo, quien le advirtió sobre lo que podría suceder viendo que en otras ciudades los ánimos ya estaban caldeados. Un ángel de la guarda hizo que mi mamá cerrara la oficina antes que se desencadenaran los días en que La Dorada estuvo incomunicada y sitiada por revoltosos.

viernes, mayo 19, 2006

Las lecturas de mi mamá II

Mi abuelo Julián y mi abuelita Edelmira leían cada noche algún fragmento de un libro. Se leían entre sí en voz alta y de noche en noche iban avanzando en las novelas como una especie de Sherezada y su príncipe. En esas ocasiones mi mamá no leía sino que a hurtadillas escuchaba detrás de una puerta lo que ellos narraban en voz alta, cuando debía estar dormida en otra habitación. Hasta que una vez se durmió mientras escuchaba y fue descubierta. Ahí terminaron los escuchas a escondidas.

Para tener en cuenta: mi abuelo murió cuando mi mamá tenía sólo 9 años. Hay cosas que se heredan y no son necesariamente rasgos físicos o propiedades. Me fascina leer en voz alta y también que alguien lea para mi. Como lectores de tabaquería.

miércoles, mayo 17, 2006

Las lecturas de mi mamá

La primera letra que mi mamá conoció fue la E, gracias a que mi abuelo Julián, lector furibundo de El Tiempo se la enseñó en el cabezote del diario. A los 3 años y medio mi mamá ya leía y recuerda con mucha emoción las revistas Billiken (argentina) y El Peneca (chilena) que cada sábado compraba y devoraba con fruición.

Después que mi mamá viajó a La Dorada en 1946 mi abuelita y una de mis tías botaron toda la colección de mi mamá la cual aparte de los ejemplares de estas revistas tenía un buen número de heraldos, que eran unos volantes con los cuales promocionaban las películas de cine. ¿Les conté ya que mi mamá iba a cine todos los días cuando estaba soltera, en La Dorada? Esa es otra historia para otra ocasión.

La revista Billiken todavía se publica y Peneca dicen que finalizó su publicación en 1960, bajo el nombre 'El intrépido peneca'.

lunes, mayo 15, 2006

El policía escolar

Cuando mi mamá iba a la escuela era obligatoria la asistencia de los niños. Existía un personaje llamado el policía escolar que iba a la casa de los que habían faltado a averiguar por qué no asistían y la única excusa válida era enferemedad.

Cuántos de los estudiantes de hoy agradecen que ya no exista el policía escolar. Mi mamá nunca tuvo la menor intención de faltar a clase.

viernes, mayo 12, 2006

Crucigramas y Selecciones

Cuenta mi mamá que desde los 16 años llena crucigramas. En esa época llegó a La Dorada a la casa de su tía Laura, para nosotros la abuelita Laura, a quien siempre vi en su silla y su pupitre llenándolos y fumando. Desde que me acuerdo he visto a mi mamá cacareando con los crucigramas y los diccionarios y durante varios años seguí su ejemplo. En la actualidad le ayudo esporádicamente a resolver el crucigrama del sábado del diario El Tiempo. Tiene que esforzar los ojos mucho pero sigue haciéndolos.

Es igual de fanática a la revista Selecciones (del Reader's Digest) aunque últimamente no la ha comprado y dice, con cierto complejo de culpa, que con la misma plata se compra la de la National Geographic que es mejor. Tal vez porque es más seria. pero no compra ninguna de las dos.

jueves, mayo 11, 2006

De los dichos de mi mamá: Los años no pasan en balde.

Hoy más que nunca he visto que ya no soy ni sombra de lo que fui antes. Ni bueno ni malo, sólo un ejemplo para acompañar a la frase