viernes, febrero 17, 2006

El poder de la palabra

Hace muchos años en Colombia se solía marcar a los votantes en elecciones. Se les ordenaba introducir el dedo índice derecho en tinta indeleble para evitar el fraude, que votaran después en otra mesa. A finales de los 80 se abolió esa práctica pensando que la tecnología evitaría dichos engaños. La tinta acaba de ser ordenada de nuevo, los humanos estamos por encima de cualquier tecnología.

Después del asesinato de Gaitán, los gobiernos conservadores tiránicos de Mariano Ospina Pérez y Laureano Gómez y el gobierno militar, se llegó a un acuerdo entre los partidos liberal y conservador para repartirse la presidencia, por turnos, durante cuatro periodos. Eso se llamó el Frente Nacional. Pues en las elecciones de 1962 los votantes liberales recibieron la instrucción de votar por el candidato conservador. Mi mamá, liberal acérrima desde pequeña cuando su casa quedaba frente al parque Uribe de Armenia, sede de las congregaciones liberales, estaba reacia a votar por un godo. Pero la disciplina de partido pudo más que las convicciones y depositó su voto como se le había ordenado, no sin antes lanzar una de esas frase premonitorias: "Si este gobierno sale malo, que se me pudra el dedo". Se refería al índice derecho manchado por la tinta delatora.

Mi mamá conserva su dedo traidor pero después de la votación se infectó de manera horrible; antibióticos y drenajes fueron necesarios para contrarrestar la "podredumbre del dedo" vaticinada por ella. Se puede descubrir que mi mamá posee una de esas percepciones extrasensoriales y anticipatorias que dan miedo. El gobierno de Valencia fue un desastre.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y dicen que el Realismo Mágico es puro cuento.

Al leerle recordé a mi amada Emperatriz China, ella tiene la rara costumbre de hablarte sobre personas que uno jura que acaban de tomar el té con ella y resulta que tienen cualquier cantidad de años muertas –unos 60 años como mínimo-

Nosotros, los latinoamericanos somos noveleros…, pero qué otra cosa podemos ser con todas nuestras historias cotidianas entre abuelas, tías y afines.

Volveré por su rincón.

Todo lo mejor para usted.

Anónimo dijo...

No solo el de Valencia... me atreveria a decir que todo el Frente Nacional...

Topamos...

juglar del zipa dijo...

pero no fue tan malo. es bien sabido que el gobierno de valencia fue el primero que acabó definitivamente con las farc