Esta historia se relaciona con el mismo televisor del robo aquél.
Cuenta mi mamá que sobre ese televisor de consola, en blanco y negro, marca Silvania, había una porcelana de unos perritos que estaban amarrados entre sí por una especie de cadena. Así estaban hasta que en una escena de alguna película o novela algún personaje cerró una puerta con violencia. La vibración de ese cierre de golpe tumbó la porcelana que se quebró al caer.
Eso fue antes del robo y la cicatriz. Cuando el televisor aún vivía en La Dorada con la familia y yo no había nacido.
miércoles, julio 02, 2008
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1 comentario:
Tu mamá es una novela, Mauricio. ¡Escríbela!
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