miércoles, enero 24, 2007
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García Márquez dice: "La vida no es la que uno vivió sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla." Desde que tengo memoria he venido escuchando a mi mamá contar historias de su vida. ¿Por qué no recopilarlas? Aquí van los recuerdos de Amalia Arrubla de Duque según los interpreta su hijo menor.
1 comentario:
Hola hola!
Cuando llegué a Alemania, a Baviera, los cambiaba en las tiendas... esto es, compraba algo y daba un cheque por 400 marcos (que era el límite que cubría el seguro si mi cheque estaba sin fondos) y en el negocio me daban el vuelto en dinero, así, no necesitaba ir al banco a "sacar plata".
Al venirme a vivir más al Norte del país, me di cuenta que aquí, los negocios no lo hacían... por mala persona? O porque temían que los enganaran? No sé.
Mi mamá también manejaba una chequera para todos los gastos.
Al llegar a Alemania, me di cuenta que aquí las mujeres no tenían chequeras, sino que recibían (la gran mayoría) una cantidad de dinero constante y sonante, semanalmente del marido y, con eso, tenían que arreglárselas...
Y muchas de ellas -aún hoy- juntan las boletas y se las entregan al marido, para rendirle cuentas... Incluso amigas mías... y pobres si no calzan las cuentas!
Nuestras mamás lo tenían mucho mejor, eran las ministras de hacienda y lo hacían muy bien. Pero en Alemania, aún se piensa que las mujeres no saben ni pueden manejar la plata.
Saludos Mauricio! Me ancanta este blog!
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