jueves, enero 26, 2006

Retazos de historia

Cuando mi mamá estaba en el colegio su curso tuvo una excursión a Bogotá a la cual ella no pudo ir. A la vuelta, la profesora había consegiudo regalos para todos. Libros o pollitos. Los libros se llamaban Retazos de historia y los pollitos... pues, pollitos.

Mi mamá podía escoger cuál regalo llevarse y obviamente se decidió por el ave aunque días después pudo ver el libro con la profesora y encontró la historia de los Pijaos, y el combate entre Calarcá y otro cacique donde murieron ambos. Preguntó si no podía cambiar el regalo, y la profesora decidió regalarle el libro.

Quedó con pollito y con retazos de historias

miércoles, enero 25, 2006

Desfalco

Cuando mi mamá era niña hubo un caso de desfalco en la plaza de mercado de Armenia. Un hombre se había apropiado de 80 pesos y al ser descubierto toda la sociedad le dio la espalda y tuvo que salir de ella porque era imposible volver a tener trabajo donde todo el pueblo lo despreció.

Si hoy tratáramos de lograr algo así no pasaríamos de hacer el ridículo.

En esa época un huevo valía 6 centavos, una libra de carne 8, “un casado” valía un centavo; era una gelatina y un pandequeso, equivalente a un “combo” de hoy.

martes, enero 24, 2006

El comienzo del fin

Otra de esas historias de aparatos novedosos ocurrió en Armenia cuando llegó el primer carro. No había carreteras para llevarlo, así que desarmado y a lomo de mulas llegó hasta la tierra de los cuyabros. Dice mi mamá que allá lo reconstruyeron y le daban vueltas alrededor de la plaza del pueblo y la gente pagaba por montar en él.

lunes, enero 23, 2006

La televisión pública

Recuerda mi mamá que la casa de mi familia en La Dorada, muchos años antes que yo naciera, fue una de las primeras en tener televisor. La gente se congregaba en la ventana para ver el aparato, el cual había sido ubicado de manera estratégica para permitir estas reuniones. En el andén quedó el rastro. Un hueco evidenciaba las aglomeraciones para ver el aparato, que funcionaba a duras penas por ser un servicio en vías de desarrollo.

Algo similar pasaba con la pólvora que mi papá compraba hasta que le robaron los juguetes a su hijo mayor, mi hermano Julián. Finalmente la pólvora se prohibió en casa cuando una vela romana mal armada fue despedida hacia atrás de su lanzadera quemando y golpeando a mi papá, quien la tenía en la mano.

miércoles, enero 18, 2006

De los dichos de mi mamá: El que es comedido come de lo que está escondido

Y yo nunca supe que mi mamá escondiera algo y privilegiara a alguno de sus hijos. Pero siempre nos persuadía de esa forma para obtener nuestra colaboración en alguna tarea casera.

miércoles, enero 04, 2006

De los dichos de mi mamá: Ni ojo en carta, ni mano en plata.

martes, enero 03, 2006

El cadaver del presidente Olaya Herrera

Me contaba ayer mi mamá algo como de Macondo. En Armenia se detuvo la caravana que llevaba los restos del ex presidente Enrique Olaya Herrera, fallecido en Roma mientras fungía de embajador. Sus cuerpo fue llevado por barco hasta Buenaventura y en el camino a Bogotá hubo una parada en la mencionada ciudad para que el pueblo contemplara y riendiera homenaje al fallecido presidente. El caso de "no te lo puedo creer" es que no bajaron del camión el féretro o la caja donde se encontraba el cadáver sino metieron el camión completo a la iglesia. Tuvieron que poner tablas para que subiera el atrio y ya en el interior de la catedral de Armenia el piso de ésta, en madera, se desfondó por el peso. Así permaneció toda la noche mientras estuvo en la ciudad y luego lo sacaron para continuar el viaje.

¿Que tendría de especial que no podían bajarlo del camión?

El presidente Olaya Herrera murió en el año 1937.